viernes, 3 de abril de 2009

Continuidades

Se puede pensar, si se tiene ganas de hacerlo, que Alfonsín es al kirchnerismo lo que Irigoyen fue a Perón, es decir, hay una suerte de continuidad, de profundización, una identificación con maneras y estilos, una misma vereda y algunos contrincantes comunes (recomiendo ver el video en youtube, para los desmemoriados, del discurso de Alfonsín en la Sociedad Rural en el año 88´) Lo dije en otra nota, tanto el kirchnerismo como el alfonsisnismo tuvieron la virtud de situarse a la izquierda de la sociedad y de pararse sobre la fractura de la sociedad. Volviendo al discurso de Alfonsín en la Sociedad Rural me da por preguntarme (veanló, se los pido, es necesario para comprender lo que diré a continuación) ¿qué diría Clarín si hoy se diera de parte del Gobierno un discurso de esa virulencia, de esa claridad, de esa -por qué no- violencia? Es para pensarlo, cuando la tapa de Clarín y La Nación se desviven en homenajes al "hombre probo" de nuestra democracia. Parece que hoy Alfonsín es levantado como el "demócrata ideal" por los diarios de mayor tirada. Pienso, sin embargo, en los atributos que los mismos diarios le endosan a la Presidenta (soberbia, autoritarismo, odio, violencia, venganza). La profunda ambivalencia, el afán de confundir, la desidia, la manipulación, la campaña opositora encabezada por Clarín, da para pensar en si un tipo como Alfonsín merece ser homenajeado por ese grupo empresario. Se me ocurre que Alfonsín merece mucho más que ser parte de una burda campaña de parte de quienes se oponen a los cambios que Alfonsín, en ese gran discurso de la Sociedad Rural, propuso llevar adelante. Creo, con sentida sinceridad, que el mejor homenaje a la figura de Alfonsín, es el apoyo a las políticas que él intentó llevar adelante: Juicio a las juntas, política de derechos humanos, combate a los monopolios, compromiso con la democracia y la equidad social, claridad en las posturas de política exterior orientada a posiciones progresistas. Que las cosas son mucho más complejas que un mero voluntarismo, se sabe. Lo supo Alfonsín que tuvo que irse antes de terminar el mandato y que tuvo que dictar las llamadas "leyes de perdón". Para quienes quieran seguir pensando en binario, en radicales y peronistas, quizá esta nota suene extraña. Por mi parte, creo que existen grandes continuidades entre el Gobierno que se inició en 1983 y el que arrancó en 2003. Sobre esas continuidades estamos hoy parados. Me preguntaba en otra nota cuál es el sujeto del kirchnerismo, me pregunto ahora cuál fue el del alfonsinismo, sigo encontrando continuidades, quizá podamos aprender de los errores. ¿Qué peronista no puteó a Alfonsín? Y sin embargo hoy... Mirá lo que quedó...

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