lunes, 20 de mayo de 2019

FORMULA Y ANALISIS


Frente a la vacuidad de los publicistas se necesitaba una decisión de políticos profesionales. La jugada tiene riesgos, todas las jugadas posibles lo tendrían en el estado actual de la política argentina, continental y mundial. También, como toda decisión, puede tener efectos no deseados. No obstante, destila una gran responsabilidad, y eso sea quizá lo mejor de todo.
Varios mensajes se desprenden y en múltiples direcciones. A los peronistas que aún no decidieron donde pararse, digamos los gobernadores, se les dice “vengan” con un acto de humildad y grandeza. Vengan que hay lugar para todos y todas y la tarea será ardua, compleja, no sobra nadie. Se descarta que algunos, ya jugados, no van a venir, pero son una minoría. Como entre los votantes, entre los gobernadores hay muchos indecisos. Hacia ellos fue el mensaje.
A los empresarios, “vengan” podemos hacerles ganar dinero nuevamente, diseñemos un plan, ya lo hicimos antes, les fue bien. No se les habla con el corazón, sino con el bolsillo, un lenguaje que entienden mejor.
A las empresas de medios de comunicación, “no hará falta el periodismo de guerra” la grieta ya no vende, muchachos. Siéntense a charlar con Alberto, ustedes saben que él sabe escuchar.
A los mercados, “tranquilos” el peronismo es un león herbívoro. Esta apuesta por la gobernabilidad se podría contar entre los efectos no deseados. Si los mercados se tranquilizan y aportan una extendida paz cambiaria, podrían favorecer las chances de una cierta recuperación electoral del macrismo. Sin embargo, la gobernabilidad es un requisito básico para llegar al poder con posibilidades de encauzar el rumbo de un país que lo ha perdido. Aún favoreciendo al adversario, se privilegia la gobernabilidad en una muestra de responsabilidad inusual en la política argentina. La jugada no es esencialmente electoral, es política de alto vuelo.
Se imponía la necesidad de un acto de grandeza y responsabilidad. Poner nuevamente en acción y en valor a los profesionales de la política es poner en valor a la política misma. Quizá sea también un mensaje que pueda tomar el gobierno, poner a trabajar a los políticos y desplazar a los publicistas y aventureros. ¿Alguien duda a esta altura que el gobierno de Cambiemos funciona mejor cuando predominan Frigerio o Monzó sobre Marcos Peña o Duran Barba? O sea, cuando se hace política en serio.
La publicidad es fugaz, la política es duradera. 70 años de peronismo así lo demuestran.

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